México. – Los mexicanos participan en la fiesta tradicional del Día de Muertos, que reúne a las familias ante las tumbas de los seres queridos, mientras los jóvenes cada vez más se disfrazan “de seres de ultratumba” y organizan festejos de Halloween.

La ancestral costumbre de honrar a los muertos el uno y dos de noviembre se cumple tanto en los cementerios de las principales ciudades como en los camposantos de las comunidades más apartadas del país.

Los administradores de los panteones de la Ciudad de México, en coordinación con los jerarcas católicos, permitieron el ingreso de los deudos a algunos cementerios en numerosos barrios de la metrópoli desde la noche del viernes hasta la madrugada de este dos de noviembre.

Desde anoche, los cementerios en la capital han sido desbordados por las multitudinarias visitas de los deudos que entre la solemnidad de la conmemoración y la música que recuerda a los parientes, “compartieron” con sus seres queridos.

“Mientras estén en nuestros pensamientos y se les visite en el panteón, no morirán”, enfatiza, convencido, don Pedro Reyna, de 75 años, al asistir al camposanto de la vetusta iglesia de una colonia en el norte de la capital, en los límites con la entidad mexiquense.

Reyna, quien encabeza un nutrido grupo familiar de visita en el panteón pese a la llovizna y el frío de la noche, dice que espera ese “acompañamiento” de parte de sus allegados cuando emprenda “el viaje al más allá, a reunirse con el creador”.

Los altares con que se honra a los muertos sigue siendo una costumbre que se sigue en la mayoría de los hogares de las familias mexicanas y que ahora convive con “modas extranjerizantes” como disfrazarse de personajes del Halloween, una práctica rechazada por los defensores de la tradición.

Como parte de las nuevas actividades que se han sumado a la ancestral tradición, se instaló un monumental Altar de Muertos en la explanada del Zócalo, inaugurado la víspera por el presidente de México, Manuel López Obrador, y la jefa del gobierno de la ciudad, Claudia Sheinbaum.

El llamado “Altar de Altares”, que se exhibirá hasta el diez de noviembre, representa a las 32 entidades del país. La ofrenda está conformada por cuatro estructuras de 12 metros de altura, dirigidas hacia los cuatro puntos cardinales y regiones de México, como son la Huasteca (este), Michoacán (oeste), Sonora (norte) y Yucatán (sur).

Además de la megaofrenda, que en el centro del altar reproduce una plaza pública con una instalación de faroles de colores que se elevan en memoria de los seres queridos, este sábado se realiza en la capital el enorme desfile del Día de Muertos, en su cuarta edición, que es seguido por una multitud.