Guatemala. – La economía de Guatemala continúa presentando múltiples oportunidades para atraer inversión extranjera, según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la Consulta del Capítulo IV. El informe destaca la resistencia de la economía guatemalteca, basada en políticas fiscales prudentes, bajos déficits fiscales, altas reservas internacionales y fuertes entradas de remesas.

En una conferencia de prensa, las autoridades del Banco de Guatemala presentaron las principales conclusiones del informe, resaltando la resiliencia de la economía nacional frente a los choques externos e internos.

El informe del FMI también hace hincapié en la importancia de promover políticas sociales acordes a las necesidades de la población y fomentar un ambiente de mayor seguridad jurídica. Esto contribuiría a un crecimiento sostenible e inclusivo a mediano plazo, con un mayor potencial de crecimiento.

Se destaca la necesidad de seguir atrayendo inversión extranjera y cerrar la brecha de infraestructura y capital humano, así como continuar impulsando la iniciativa «Guatemala no se Detiene», que ha logrado avances significativos en legislación económica, atracción de inversiones y estrategias de exportación.

A pesar de la incertidumbre y los riesgos externos, las perspectivas económicas para Guatemala siguen siendo positivas debido a su historial de estabilidad económica y manejo prudente de políticas. El objetivo de alcanzar el grado de inversión y atraer inversión extranjera podría generar nuevas oportunidades para el país.

El informe del FMI destaca los sólidos fundamentos de Guatemala, incluyendo políticas económicas prudentes, un moderado déficit fiscal, una baja relación de deuda pública respecto al PIB y un récord histórico de reservas internacionales que garantizan la estabilidad cambiaria. Esto ha sido reconocido a nivel internacional, reflejado en una mejora en la calificación crediticia otorgada por agencias internacionales de riesgo.

Bajo el Artículo IV, el FMI realiza un seguimiento continuo de las economías de los países miembros. En el caso de Guatemala, se intercambian opiniones con los gobiernos y bancos centrales para evaluar la estabilidad interna y mundial y determinar ajustes en las políticas económicas o financieras en caso de que existan riesgos.