Guatemala. – La Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó en 2008 el Día Mundial de las Hepatitis Víricas, con el fin de prevenir y combatir esta enfermedad que afecta a más de 375 millones de personas y genera anualmente más de un millón de decesos derivados de complicaciones como cirrosis o cáncer de hígado.

Al conmemorar el Día Mundial de las Hepatitis Víricas, la OMS busca también la divulgación y el fomento de acciones en pro de la reducción de la probabilidad de nuevas infecciones y reducir de manera significativa las muertes por ésta condición.

La hepatitis es una enfermedad inflamatoria que afecta al hígado, que es la glándula más importante a nivel metabólico, pues ayuda a mantener (en condiciones de ayuno) niveles aceptables de glucosa o energía hasta por cuatro horas (para el sistema nervioso y el sistema inmune), y produce diversas sustancias necesarias para la degradación de los alimentos especialmente de las grasas, por ejemplo la bilis.

De origen viral, se conocen 5 tipos de hepatitis: A, B, C, D Y E, y de éstas las más peligrosas son la B y la C. Para la B existe una vacuna como medio de prevención y para la C, aún no se cuenta con la cura.

Cuando se asocian condiciones del metabolismo como colesterol alto, obesidad, hipertensión, cambios en los niveles de glucosa, puede suceder también un hígado graso y con esto afectar la “autolimplieza” y dar lugar a tumores hepáticos.

Para lograr la salud hepática es necesario llevar una alimentación adecuada (especialmente baja en grasa), que no sobrecargue las funciones del hígado. Es decir, que podemos celebrar y darle gusto al paladar, sin caer en excesos, así como evitar el abuso de ciertos fármacos como anticonceptivos orales en mujeres y los esteroides en hombres.

Foto: GNC

En este sentido, la marca mundial GNC, especializada en nutrición y salud y con productos para mejorar la calidad de vida de la población, ofrece alternativas nutricionales que le ayudan a tener un equilibrio en el hígado.

Entre estas destaca Milk Thistle, un producto que contribuye a desactivar químicamente algunas sustancias que pueden sobrecargar la función hepática. Se considera un antioxidante hepático o bien hepatoprotector.