Nueva York. – Michelle Bachelet, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, expresó su preocupación por el incremento de la violencia en la ciudad china de Hong Kong sucedida en los últimos días, y condenó todo tipo de acto violento y destrucción de bienes.

La funcionaria pidió a los manifestantes expresar sus opiniones de manera pacífica y llamó a las autoridades y al pueblo de Hong Kong a crear una vía sana de diálogo que sea “abierto e inclusivo”, con la finalidad de resolver todas las cuestiones de forma pacífica.

Bachelet agradeció a la directora ejecutiva de la Región Administrativa Especial de Hong Kong, Carrie Lam, por comprometerse con la situación y estar escuchando las quejas del pueblo hongkonés.

La alta comisionada señaló que es la única manera segura de lograr la estabilidad política y la seguridad pública a largo plazo: establecer canales para que la gente participe en los debates públicos y en las decisiones que afectan sus vidas».

La oficina de las Naciones Unidas denunció con pruebas que las autoridades de Hong Kong están utilizando medidas antimotines que son prohibidas por las normas y estándares internacionales, tales como el uso de gases lacrimógenos en áreas publicas cerradas, que han provocado una gran cantidad de heridos e incluso muertos.

Por lo tanto, la ONU solicitó a las autoridades de Hong Kong investigar estos incidentes de forma inmediata, con el fin de garantizar que a seguridad cumpla con las reglas de enfrentamientos. Además, solicitaron que actúen con moderación en búsqueda de garantizar el respeto y la protección de los derechos de las personas que manifiestan de forma pacífica.

Las protestas en el territorio asiático iniciaron el pasado 31 de marzo, y se realizan para exigir la eliminación de un proyecto de ley de extradición de transgresores de la ley a China.