Tegucigalpa. – Los hondureños amanecieron impactados por la violencia desatada entre supuestos seguidores de los equipos capitalinos de fútbol Olimpia y Motagua que causaron cuatro muertos y una docena de heridos.

Diarios y noticieros electrónicos hondureños dieron cuenta de los violentos disturbios que tuvieron lugar la tarde del sábado a las afueras del Estadio Nacional de Tegucigalpa que sería el escenario del clásico del futbol hondureño entre Olimpia y Motagua.

«Lamentable, doloroso. Una pelea entre barras enlutó nuevamente al fútbol», coincidió la prensa hondureña al referirse al inusitado hecho de violencia, que no corresponde a la rivalidad deportiva de dos equipos.

El partido que era esperado por la afición fue suspendido por decisión de los dirigentes del fútbol nacional, luego de los actos vandálicos suscitados a las puertas de la instalación deportiva protagonizados por miembros de barras rivales.

Los enfrentamientos entre supuestos aficionados de ambos clubes siguieron al ataque atribuido a la barra “Ultra Fiel” contra el autobús del equipo Motagua que se dirigía al Estadio Nacional. Tres jugadores de este elenco resultaron lesionados por la agresión con piedras y botellas lanzadas al vehículo.

El ataque contra el autobús del Motagua generó los disturbios violentos en las afueras del estadio, también llamado Morazán, que dejaron cuatro aficionados fallecidos y al menos una docena de heridos.

El diario La Prensa de Honduras informó que la cuarta víctima, que identificó como David Antonio Zepeda Zúñiga, de 22 años, murió esta madrugada por la gravedad de las heridas en el Hospital Escuela Universitario de Tegucigalpa, donde ingresaron las 12 personas heridas.