Ciudad de Guatemala (AGN) – Pablo Palomo, periodista mexicano y asiduo lector, de consistente cultura y muchos años de vivir en este país, tuvo dificultades para asimilar cuando un colega guatemalteco le aclaró que Luis Cardoza y Aragón (1901-1992) era nacido en Guatemala, no en México, como siempre pensó.

De alguna manera, aquella idea no estaba tan distante de la realidad. Con su tradición de abrir su corazón a extranjeros y de abrazar y respetar el arte y el talento, México hace parte de los suyos al poeta guatemalteco, más allá de que éste en algún momento definió su origen “excéntrico”: guatemalteco y, “como si fuera poco, antigüeño”.

Hoy, el Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), guarda, para siempre, una parte de su alma: sus pertenencias entrañables, sus archivos personales, para “su conservación y permitir que acceda a ellos un número mayor de investigadores interesados en la vida y obra” del escritor.

También allá, en el cerro del Ajusco, rumbo a la ciudad de  Cuernavaca, las cenizas de quien el Nobel de Literatura, Octavio Paz, definió como “un poeta singular y único” del llamado surrealismo hispanoamericano, tomaron vuelo entre el fresco viento.

Paz también lo consideró “un puente entre la vanguardia europea y los poetas de su generación”, por su propia evolución literaria producto de la experiencia entre los poetas surrealistas y dadaístas, narra el diario mexicano La Jornada (16 de mayo de 2005).

En Guatemala, queda el recuerdo de sus pasos figurados frente a la que fue su casa, entre las calles empedradas, húmedas y brillantes, de la Antigua Guatemala y de la última mirada que guardó consigo de aquel noble y silencioso compañero de infancia y adolescencia, el “azul” volcán de Agua.

“Y frente a la puerta que no había pasado en tantos años, recordé el llavín corto y redondo, y como darle vuelta para abrir; la manita del tocador; el buzón; la madera; la cuerda para abrir la puerta sin tocar. Al fondo de la calle el triángulo perfecto del Volcán de Agua, enorme, sereno y azul” (Guatemala, las líneas de su mano 1955).

Es la casa que amó, pero en la que casi no vivió.

Así lo advierte el escritor cubano Alfonso Quiñones: “Al fondo de su calle está el volcán. En Antigua todos saben dónde está su casa; en la que casi no vivió”.

Un día como hoy de 1992, a los 88 años, Cardoza murió en la Ciudad de México. La embajada mexicana en Guatemala dio su nombre a su Centro Cultural, sin duda, el espacio más cuidado de la misión diplomática. Igual hizo el Fondo de Cultura Económica (FCE) en la capital de Guatemala bautizando con su nombre su rica librería y creando.

Además, la sede diplomática mexicana y el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, con el apoyo del FCE, crearon el Premio Mesoamericano de Poesía “Luis Cardoza y Aragón”, que sumó 14 ediciones en este 2019, que reconoce a escritores de México y de las naciones centroamericanas.

Nicaragua acogió la grandeza de su obra en 2016, cuando le dedicó el XII Festival Internacional de Poesía de Granada. En 1986, el Gobierno de Managua le otorgó el Premio de la Independencia Cultural Rubén Darío.

En México, el Gobierno le confirió en 1979 la Orden Águila Azteca, máxima distinción a extranjeros en ese país, y en 1992 obtuvo el premio Mazatlán de Literatura con su obra “Miguel Ángel Asturias Casi Novela”. En su Patria, la tricentenaria Universidad de San Carlos le entregó el Doctorado Honoris Causa en 1992 y años antes, en 1970, la Facultad de Humanidades de esa misma casa de estudios lo reconoció Emeritissimum. En 1978, la Asociación de Periodistas de Guatemala le entregó el Quetzal de Jade.

Hoy, a los 27 años de su muerte, los guatemaltecos podrán evocar su legado, caminando frente a la que fue su casa en Antigua Guatemala, viendo al volcán de Agua, o bien simplemente recordando cualquiera de sus impactantes frases literarias de cara a la Biblioteca Nacional de Guatemala, sobre la que pocos saben que también lleva su nombre imperecedero.

 

TEXTO Y FOTOS: AGENCIA GUATEMALTECA DE NOTICIAS (AGN)