Ciudad de México.- Al igual que en muchos países de población devota, la Iglesia Católica en México es golpeada por una crisis económica generada por el coronavirus, pandemia que ha causado más de 3.6 millones de casos positivos y 255 mil muertos en el mundo.

El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano,  Alfonso Miranda, dijo que la institución cada vez carece más de fondos para el pago de servicios básicos (agua, luz, teléfono) de parroquias y de las operaciones de entidades humanitarias, como las que atienden a ancianos y huérfanos, según informó la prensa local.

El jerarca católico, obispo auxiliar de Monterrey –capital del norteño estado mexicano de Nuevo León-, indicó que han tenido que solicitar ayuda y préstamos a empresarios y entidades privadas para obtener fondos y pagar al personal que labora en los templos.

El personal que colabora en las parroquias e instituciones católicas continua en su funciones, no se les puede despedir en medio de esta emergencia de salud y económica, y se les debe brindar la asistencia básica, como alimentación, puntualizó.

La suspensión de las misas y de otros servicios religiosos como bodas, bautizos, confirmaciones, primera comunión y otras actividades, como consecuencia de las medidas impuestas para evitar aglomeraciones y contagios masivos de COVID-19, han privado a la Iglesia Católica de sus principales fuentes de ingresos.